RECUERDA LA PRUEBA DE TUS TEMPERAMENTOS Y LEE SOBRE LOS TEMPERAMENTOS ANTES DE COMENZAR

Colèrico escucha: No hay peor ciego que el que no mira


Si veo es probable que mire. Si miro, las probabilidades de observar los detalles son mayúsculos. Entonces, es correcto mirar en lugar de ver? Depende que deseemos observar o estudiar. La decisión de optar por ver u observar algo es prerrogativa de uno mismo, pues el objeto, idea o sueño es cuestión de que particularmente es deseable o interesante, entretenido o cuestionable para uno. La nomenclatura para describirlo es opción personal con el amplio matiz de alternativas que pudieran ser innumerables. Lo importante ante el colérico el determinar que mirar siempre debe ser el de él y punto. Si ves algo diferente prepárate para el confrontamiento o tal vez, defender tu postura y tu opinión.
El colérico es de un temperamento ágil, activo, práctico y de voluntad fuerte que se tiene por autosuficiente y muy independiente. Por lo común es decidido y lleno de opciones, y le resulta fácil tomar decisiones por su cuenta, y por cuenta de otros también. Al igual que el sanguíneo, el colérico también es extrovertido, pero es mucho mas asertivo.
El colérico se encuentra a gusto con la actividad. Para él la vida es actividad. No le urge que otros le digan que hacer. Sus ideas, planes, metas y ambiciones son inacabables. No se dedica a actividades que no tengan un propósito concreto porque tiene una mentalidad práctica y aguda, capaz de tomar decisiones o de planificar actividades útiles en forma instantánea y acertada. No vacila ante la presión de la opinión ajena, sino que adopta posiciones definidas frente a las cuestiones, y con frecuencia aparece organizando cruzadas contra alguna injusticia social o alguna situación subversiva.
Al colérico no le asustan las adversidades; más aún, éstas tienden a alentarlo. Su tenaz determinación generalmente le hace tener éxito donde otros fracasan porque él sigue empeñado en la tarea cuando otros se desalientan. El colérico es un líder nato, lo que los expertos en administración empresarial llaman un líder de natural empuje.
La expresión emocional del colérico es la parte menos desarrollada de su temperamento. No demuestra ni expresa compasión por otros fácilmente. Con frecuencia se siente incómodo frente a las lágrimas ajenas, o simplemente le disgustan, y en general es insensible a sus necesidades. Demuestra poco aprecio por la música y el arte contrario al melancólico. Preferentemente busca los valores utilitarios y productivos de la vida.
El colérico reconoce rápidamente las oportunidades y con igual rapidez descubre la mejor forma de sacarle provecho. Actúa con una mente bien organizada, aunque suelen aburrirlo los detalles. Como no es muy dado al análisis, prefiere actuar rápidamente, casi intuitiva y espontáneamente. Prefiere actuar en base a la meta que quiere alcanzar sin tener en cuenta las posibles trampas y escollos en el camino. De modo, que al actuar tan súbitamente lo ven los otros temperamentos como dominante y autoritario y utiliza los talentos de los demás sin vacilación a fin de lograr sus fines. No dude que también lo consideren oportunista.
Toda actividad profesional que requiera liderazgo, empuje y productividad es adecuada para el colérico, siempre que no le exija demasiada atención en cuestiones de detalles y planificación analítica. Generalmente le gustan las tareas de construcción porque es una actividad muy productiva y como desarrollador o constructor sueña con edificaciones y maquinarias abriendo caminos. No dude que termine siendo capataz o supervisor.
La mayoría de los banqueros o los dedicados a las finanzas son coléricos. Formulan sus ideas y tienen ese espíritu de aventura que los lleva a lanzarse en direcciones nuevas. No se limitan tampoco a sus propias ideas; a veces oyen hablar de alguna idea progresista y ellos la toman como bandera. Sin embargo, una vez que el colérico ha iniciado un nuevo negocio, no es difícil que se aburra muy pronto a pesar del éxito, por dos razones; cuando el negocio crece bajo su dinámica dirección provoca el surgimiento de muchas cuestiones que explotar. Pero como no son muy dados a delegar responsabilidades terminan haciéndolo todo ellos mismos. Cuando descubre que está tan ocupado que le faltan manos para hacerlo todo, opta por buscar a alguien que le compre el negocio u otro igual a su talante que meta mano como si fuera un gemelo. No se extrañe que un colérico inicie entre cuatro y diez negocios en el curso de su vida.
El colérico no es un perfeccionista sino un productor. Prefiere hacer veinte cosas con un setenta u ochenta por ciento de perfección a hacer unas pocas con un cien por cien.
El colérico siempre buscara desenvolverse muy bien en el comercio, en la enseñanza de asignaturas prácticas, en la política, en funciones militares, en los deportes. Por otra parte, raramente encontraremos un cirujano, un dentista, un filósofo, un inventor, un matemático o un relojero colérico. Normalmente es tan optimista que rara vez fracasa- excepto en su propia casa (según canta la experiencia de algunos).

ALGUNOS DETALLES QUE DEBE MEJORAR EL COLÉRICO
El enojo y la hostilidad:
  
El colérico es extremadamente hostil. Algunos optan por canalizar su ira, pero una erupción de violencia es siempre una posibilidad en ellos. No les lleva mucho tiempo comprobar que los demás generalmente se asustan de sus estallidos de enojo y de que por lo tanto pueden valerse de su ira como un arma para conseguir lo que quieren y generalmente lo que quieren es salirse con la suya.
El enojo de los coléricos es enteramente diferente a la de los sanguíneos. La explosión del colérico no es tan fuerte como las del sanguíneo ya que es menos extrovertido, pero puede ser mucho más peligrosa. El colérico puede alterar el ánimo de los demás con toda intención y gozarse de haberlo hecho. La esposa del colérico generalmente le tiene miedo, y éste se inclina por lo regular a aterrorizar a los hijos. El colérico da portazos, golpea la mesa con el puño, usa la bocina del automóvil sin discreción. Cualquier persona o cosa que se le cruce en su camino, que retarde su progreso, o que deje de funcionar en la medida de sus expectativas, no tardará en experimentar la manifestación de su ira. Y a diferencia del sanguíneo, al colérico no se le pasa el enojo fácilmente, sino que por el contrario puede arrastrar su enojo durante un tiempo increíblemente largo. Tal vez sea ésta la razón por la cual algunos coléricos luego de los cuarenta años de edad desarrollen úlceras estomacales.
Cruel cortante y sarcástico: 

Nadie pronuncia con su boca comentarios y perogrulladas más controversiales que el colérico sarcástico, el cual está preparado con un comentario cortante que es capaz de aniquilar a los que se siente como inseguros y demoler a los menos combativos. Raras veces titubea cuando quiere cantarle las cosas claras a alguien o hacerlo papillas. En consecuencia, va dejando un reguero de personas sufridas y con casos complejos por donde pasa.
Frío y sin afecto: 

De todos los temperamentos el colérico actúa con menos afecto y suele neutralizarse ante la idea de hacer alguna demostración pública de afecto; sin rigidez emocional rara vez se permite derramar lágrimas.
Insensible y desconsiderado: 

Similar a su temperamental falta de expresión de amor es al actuar insensible a las necesidades de los demás y al extremo de ser desconsiderado con sus expresiones verbales y faciales.
Porfiado y terco: 

La firmeza y la habilidad decisional es una característica temperamental que puede ayudarlo en el curso de la vida, pero también puede acostumbrarse a un estilo de vida prepotente y terco. Como tiene un sentido intuitivo generalmente toma resoluciones rápidamente (sin consideración y análisis adecuados), y una vez que ha tomado una decisión es prácticamente imposible que cambie de parecer. El colérico se muestra neutral en muy pocas cosas y terco en todo.
Astuto y dominador:
  
Una de las características del colérico es su habitual proceder con astucia a fin de lograr lo que quiere. Raras veces acepta un no como respuesta y con frecuencia recurre a cualquier medio necesario para alcanzar su meta. Si tiene que adulterar las cifras y torcer la verdad, raras veces vacila, porque para él el fin justifica los medios. Cuando necesita un favor, puede transformase casi en un sanguíneo en su capacidad persuasiva, pero en el momento que se le da lo que busca, se olvida de que le conoció.

ALGUNOS CONSEJOS SABIOS:  

El colérico como activista y trabajador incansable puede llevar a sus allegados a un nivel de desesperación y agotamiento que virtualmente pudiera demacrar sus relaciones interpersonales tanto al nivel de sus negocios o/y familiares. Lo recomendable es que busque un nivel de relajación o actividades de esparcimiento que le ayude a alejarse de la rutina cotidiana. Recordar que no siempre es saludable estar trabajando. La vida no es trabajar, de modo que es recomendable trabajar para vivir y no vivir para trabajar.
En casa, probable fotocopia de tu caso, el viejo colérico padre mio, siempre tenía la razón y mi madre intervenía con su opinión melancólica sin mucho éxito. A pesar de su empeñado interés de que trabajáramos con ahincó y fervor, nos solía llevar a la playa luego de un extenuado día de trabajo o refrescarse en las corrientes frías de un riachuelo vecinal. No estaba nada mal, lo disfrutábamos tanto que se nos olvidaba la explotadora experiencia. Que tremendo días de fin de semana tan inolvidables. Estimo que el colérico puede llegar hasta los extremos de las fuerzas humanas puedan tolerar, pero también ser tan humano con su compañero(a), asistente o empleado y no explotarlo a su ritmo para el inquebrantable. Sencillamente, ver más allá y contemplar que la raza humana no esta hecha para vivir trabajando, sino todo lo contrario, trabajar para vivir. No vivir laborando o luchando por una empresa o un mundo mejor durante 18 horas al día, más satisfactorio y beneficioso para nosotros que la empresa y el mundo esté a nuestro servicio para vivir mejor y trabajar solo ocho horas y 40 a la semana con todo lo que conlleva una paga justa. Todos los demás temperamentos están para brindar sus talentos a tal capacidad que no le rectaría al "cuasi-perfecto" (recordando que no hay tal cosa como un temperamento perfecto, sino complementario) el implantar sus metas y objetivos. Ciertamente, es el temperamento más difícil de acoplar a los restantes tres, pero sin los coléricos, las emergencias nunca se resolverían. De hecho, una decisión inmediata, pudiera salvar una vida. Se debe tener uno en el directorio telefónico.
 

Tema modificado y tomado de Carlos Salazar.


LOS CUATRO TEMPERAMENTOS:

SANGUÍNEO ( Entusiasta ) COLÉRICO ( Emprendedor )

FLEMÁTICO  ( Afable )       MELANCÓLICO ( Analítico ) 

Prueba: TuTemperamento primario y el secundario
  Somos compatibles?
     Mi pareja ideal, debe actuar diferente a mi?

Quien soy y realmente, somos iguales?
   En el calzado del otro.
      La amistad y, quien es mi amigo?

Cuan útil puede ser un enfoque tan antiguo?
    La libertad y la verdad, o verdades?
       Donde empezar para entender?
   





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